Abstract
Los sistemas de educación superior en el mundo han sufrido profundos y sustantivos
cambios en las últimas décadas. Tal como señala Christine Musselin (2009) para los sistemas universitarios europeos, prácticamente todos los sistemas de educación superior han sido sometidos a influencias crecientes y a un conjunto de orientaciones políticas idénticas y llamados a aplicar, a escala mundial, soluciones comparables. Sin embargo, advierte la autora, los principios sobre los cuales cada uno de éstos se asientan son fundamentalmente divergentes y poco compatibles entre sí en virtud de haberse desarrollado según culturas, trayectorias y modalidades diferentes.